Ensayos — 6 enero, 2015 at 8:08 pm

NAÍN NÓMEZ: «NO SÓLO LA POESIA DE DE ROKHA, SINO QUE ÉL Y SU OBRA, SON IRREDUCTIBLES A CUALQUIER CANON»

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Entrevista con Naín Nómez, experto en Pablo de Rokha.

Por Cristián Rau

Naín Nómez vuelve a su Talca natal promocionando la antología Escrito en Rokha publicada por la Universidad de Talca. A pocas cuadras del Seminario San Pelayo, donde de Rokha recibió el apodo de Amigo de Piedra, Nómez subraya el valor de este libro hecho desde las tierras rokhianas y, además, intenta explicarnos los motivos por los que el poeta de Licantén sigue olvidado.

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En el prólogo de esta antología usted dice que Pablo de Rokha (PDR) “cultiva una identificación estética y discursiva de lo nacional-popular”. ¿Qué significa esto de lo nacional –popular?

Esa es una cuestión que inventé yo a partir de Gramsci. Él lo aplica a lo político y no a lo estético; significa una integración de los valores nacionales y populares que, de algún modo, se traspasan más allá del lugar de donde vienen y se transforman en un modelo, en un mito, en una cierta manera de vivir. Yo creo que lo que hace de Rokha es fijar lo que se llama la identidad, o la “chilenidad”, a partir de la forma de vivir de la zona central de Chile, que escapa al estereotipo existente, y que tienen que ver con el huaso, con el roto, con el campesino, pero también tienen que ver con los lugares, las comidas y con formas culturales.

Entonces en PDR existe una visión de lo nacional-popular mucho más autentica que en cualquier otro poeta chileno y esa visión tiene que ver con todos esos textos donde se instala a personajes populares en su relación con la naturaleza y con los otros seres humanos; le da valor a sus oficios, a sus comidas, a sus casas y al área geográfica. Para mí esas es una manera de instalar su visión de lo nacional- popular en contra de los prototipos que estaban instalados como conceptos de lo que era la sociedad chilena.

Usted dice también: “uno de los aspectos más interesantes de PDR es su intento de fijar la naturaleza y el origen de América y de Chile”, ¿por qué?

Hay una manera de establecer identidad en su poesía que no es la corriente. Si tú, por ejemplo, lees a Neruda dirás: “sí, mira, él habla del pescador, del minero. Pero es una observación muy típica”. En cambio en PDR todo es romper, los seres son pantagruélicos, enormes, se desbordan. Y los convierte en mito, pero en mitos en movimiento a diferencia de los mitos griegos – de ellos, por ejemplo de Prometeo o Aquiles tenemos las figuras determinadas – aquí son figuras que se van moviendo. Raimundo Contreras, un personaje profundamente contradictorio, pero un prototipo de huaso, campesino, roto.

Trata de fijar estos conceptos, pero el movimiento de su escritura no le permite que queden detenidos.

Usted propone que existen dos motivos para el olvido de PDR: uno, la miopía de los críticos y dos la dificultad del personaje en sí (“una literatura provinciana, falta de divulgación y es desmesuradamente subjetiva”). ¿Explíquenos eso?

Los críticos siguen pensando que no tiene sentido publicar a PDR, a pesar de que hay una especie de contradicción entre la valoración que hacen, por un lado, y la imposibilidad de meterse a analizar su poesía; hay siempre un choque. Hay mucha gente que se dedica a esto que dice: “Pablo de Rokha es un gran poeta, pero es tan difícil, tan largo, mezcla todo, etc.”, entonces hay muy pocos trabajos. Hay personajes importante que ha dicho que iban atrabajar con de Rokha y al final no la ha hecho. Cito el caso de Jaime Concha, gran crítico de Neruda, Alain Sicard, otro especialista en el Nobel, el mismo Volodia, quedó de hacer algo sobre de Rokha, pero nada.

Los motivos para el olvido de parte de la crítica, ¿hoy, han variado?

No. Sigue habiendo una crítica muy adversa, una negación, a ponerlo como uno de los grandes de la poesía en Chile. Yo he planteado muchas veces que es uno de los más grandes vanguardistas latinoamericanos, pero como que mucha gente hace oídos sordos y continúan hablando de Huidobro y lo reducen en él hasta la aparición de Neruda. No entiendo esa resistencia.

Pero, ¿es PDR tan difícil?

Sí, pero eso tiene que ver con que nosotros seguimos teniendo una forma de comprender la literatura de un modo europeo. Es decir, que el poema debe tener ciertas características, tener cierta cantidad reducida de páginas – y no treinta como los de PDR- deben tener un comienzo, un final, el sujeto no se debe perder en el texto, etc. Entonces la imperfección, desde este punto de vista, hace que su poesía sea directamente complicada.

Si PDR no calza con la lectura europea, ¿podemos definirlo como un autor puramente latinoamericano?

Es, sin duda, latinoamericano porque este es un continente barroco. Y este barroco latinoamericano es lo que primó antes del modernismo y es desde donde se generaron las mejores obras del continente. Hablo no sólo de literatura, donde destaca la gran figura de sor Juana, sino que por ejemplo en la pintura, estas mezclas de arte indígena con español que uno aún ve en las iglesias, sobre todo en los virreinatos.

¿No habrá querido de Rokha ser difícil de manera consciente?

Yo creo que no. Dudo que él haya podido escribir de otra manera. Él era incontinente, su poesía borboteaba. Ahora, pese a lo que se dice, PDR si corregía; yo tengo varios originales y si había un trabajo de corrección, pero esto no significaba que acortara sus poemas.

Pedro Prado, tras Los Gemidos, acusa a PDR de “loco, extraño y estrafalario”. ¿Serán justos estos epítetos?

Seguro que desde la perspectiva de Pedro Prado, sí. Él era, como diríamos, un “ser apolíneo”, cuya mayor contribución fueron unos sonetos muy bien hechos. Prado,   que incluso era el gran poeta de la época, había llegado a ese status por clase, por el tipo de poesía y por amistades, pero sobre todo porque tenía muy buenas relaciones que lo posicionaban como el gran poeta chileno. Cosa que hoy puedes ver cómo ha variado y Prado ha quedado relegado en un lugar, no negativo, pero mucho menos importante.

Pero, ¿llegará el momento en que PDR sea fundamental?

Yo creo que sí, pero siempre que comprendamos que su poesía es irreductible a cualquier canonización. No sólo su poesía, si no que él y su literatura son irreductibles a cualquier tipo de canon. Hay algo de poeta maldito, se debiéramos definir a un maldito en Chile, ese es Pablo de Rokha.

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