fotografías: Luciano Contreras
¿QUÉ SE NOMBRA EN LOS VALLES DEL CENTRO?
Antologador: Claudio Maldonado
Se han capturado a veinte poetas desperdigados por todo el paño nacional y que han nacido en las capitales y pueblos de los valles del centro: Colchagua, Maule, Ñuble y el Bío Bío. Algunos/as ya se fuer on y de cuando en vez retornan para ver a sus familias y presentar algún libro que los conecte con algún recuerdo que ya es una invención. Otros/as han hecho de su permanencia una pequeña bandera de lucha, a veces poco comprendida cuando la paranoia y la soledad les sacude con mayor o menor acierto algún verso, que al decir de Borges está condenado a ser una palabra en un índice. Otras combinaciones de realidad y destino son muy posibles, al fin y al cabo hasta hablar de literatura global parece ser sacado de un compendio del siglo xix. ¿Qué sentido tiene hablar de la provincia y sus valles? Un potrero frenado por una cordillera a medio nevar, cerros de trumao vigilando las playas, ríos y canales alimentando los frutos de la creación, listos para viajar a los puntos más lejanos de un globo terráqueo empolvado en alguna casona colonial que aún no ha sucumbido a los terremotos del tiempo. Ese paisaje mental, como un boceto iniciático de una pintura de Olmos, podría conectar los imaginarios de estas veinte diferencias, un neolarismo que instala a sus hablantes poéticos en un conflicto directo con sus territorios: la lucha por mantener los ritos y tradiciones de una forma de vida anterior a lo que siempre y únicamente les ha tocado vivir, es decir, el predominio de la máquina que precede al dominio de la agricultura. Es el neoliberalismo y sus navajas, algo que para los hablantes encierra algo infernal: el arquetipo del hombre de negocios desplazando para siempre al artistaje celestial. Frente a esta nostalgia de lo que nunca se ha vivido, pero que intuyen es el llamado del camino, optan por abrazar la poesía y conectar sus dramas personales (la expresión de sentimientos como les dijeron alguna vez sus maestros en la escuela). Entonces se inventan una nueva posibilidad de lugar, una nueva geografía de lo imaginario. En esos espacios menores, sostenidos en la pugna contra el centralismo de Santiago, es que algunos de estos seres (que también son músicos, profesores, licenciados de oficina con vista a la plaza de Armas, gestoras culturales, editores, y laborantes free lance) han logrado ser asociados a las tradiciones poéticas fundamentales de la poesía chilena. Han recibido premios, becas y reseñas en los diarios importantes del consorcio. ¿Todo un carnaval en el barrio? No, no es así. Pocos saben en la cuadra del culterano poeta amante de Pasolini, del montañista letrado que sube para bajar su libertad en la palabra, de la maestra con apellido mapuche que emociona con su canto a un público virtual. Pocos saben en la cuadra que el vecino bueno para leer, gusta de perderse en las ruinas de los villorrios cercanos y registrar el fluir de la corrosión final. Pocos saben del militante rojo y beato que luchó en la dictadura y que alucina escribiendo un porno-erotismo cariñoso que también lucha por salvarse de la lupa funadora de los nuevos tiempos. Y más allá o más acá se conectan, sin saberse, el cultivador de sonetos del Siglo de Oro y la niña-mujer que tensa el arco y patea la mesa, las botellas y las vendas por todos esos años de censuras de un patrón que no quiere renunciar al abuso. Pocos saben en la cuadra y qué importa.
CRISTIAN LAGOS (1975)
EN EL PAÍS DE LOS ESPEJOS QUEBRADOS
Escribir desde el País de los Espejos quebrados
Será como ir a rescatar los volantines olvidados en/
el extenso cielo de los cables
Será como ir a la otra infancia
Recuerdas?
Hundiendo los dedos en el cielo
Oíamos llover
La lluvia se parece a los espejos
Cuando nos hablamos en silencio
huyen los tríeles y nos dejan
un trozo de cielo temblando entre los dedos
El cielo chorrea entre mis manos
En el País de los Espejos
todos los hombres se afeitan en la fuente de la plaza
Un día crucé el río
el río Cruces
y me hablaron los ahogados del río Bío Bío
los que iban en balsa y los que iban en bote
Rupe se acordó del canto de las aves
Mariano Cachaña de los remos sobre el agua
Pedro Cayucha su cuerpo flexado por la echona
Los ahogados
N.N.
También
Hablaron como si recordaran a sus muertos
Como si el cauce devolviera tantos rostros amados/
reducciones o veranadas
Pero yo
Sostenía el aire
Escuchaba como si mi padre estuviera Arriba
Las ovejas cubrían los pastos azules del cielo
Inundo la estrechez de las calles con tanto muerto/
a cuesta
En otras cunetas transcurrió mi infancia
Ahora
Llegan hasta aquí los amigos de mi padre
Fusilados en el alto Bío Bío
Bío Bío
Espejo de aguas
Devolviendo rostros cuyos nombres deletreo
En la portada de los diarios
MARGARITA BUSTOS CASTILLO (1980)
DIOS NO TE SALVÓ MARÍA
El mundo se encoge contra viento y marea perdida estoy
perdida estás
Dios no te salvó María,
Mercancía peregrina senderos sol ………………………………senderos luna vacía en desgracias
vacía en la razón del equilibrio
si no creyera en el delirio
si no creyera en la esperanza
Dios no te salvó María
El señor es contigo
los rituales serpentean a sol y a sombra perdida estoy……………perdida estás.
Maldita eres entre todas las mujeres
en la especie humana
el cuerpo no es un envoltorio
corpus negado
cuerpo usurpado
body bendecido
cuerpo fragmentamos
corpus santis amordazan
…………………..secuestrado violado body repraesentare
santo cuerpo arrodillas
clitórico en revoluciones
Dios no te saldó María
Bendito es el fruto de tu vientre
útero eterno por los días de los días de los días
por las regiones terráqueas, isleñas, marinas
mientras bocas gimen y tu vuelo se extingue/
En la noche
Santa María Madre de Dios Santa Victoria
Santa Libertad
Santa Bruja
Mater dei
Ora pro nobis peccatoribus
Por los históricus patriarcálibus
Que habitan entre nosotr@s
Ahora y en la hora de nuestra vida consciente
Las voces de las diosas han despertado.
ANOCHE SOÑÉ UN POEMA
Precipitado de rencores y cansancios
sumergí la noche
dejé las ilusiones bajo el agua
las culpas flotando a deriva
superficie incomprensible para la embriaguez
escapista a horizontales ilusiones
mejor en vertical
azul
hacia los abisales.
Anoche soñé un poema
sin palabras
insoluble,
intransferible
ilimitado imposible enfermo
Saladas imágenes
en el vaivén del oleaje
me devolvieron
a superficie
lo absurdo haciendo agua por todas partes
soñada por el poema
soñándome
y otra vez a oscuras.
PABLO CARVAJAL (1975)
EL ASEO
El camión de basura va lleno
De autitos oxidados
De trenes
Muñecas sin cabeza
Cascabeles de plástico con quemaduras de cigarros
Yoyós sin hilo
Cajas de cassettes
Pelotas rotas
Lápices reventados
Espejos de bicicletas trizados Un patín
Calcomanías despegadas Témperas secas
La mitad de un trompo
La cabeza de un caballo de palo
Un calzoncillo cagado
Un chupete
Una mamadera llena de hoyos que se nota fueron/
hechos con un lápiz pasta
Y otro patín
Sin ruedas
Un triciclo sin manubrio
Un skate dividido
Los primeros 6 centímetros de una regla
Un forro de cuaderno con un autoadhesivo Levi’s
Un carnet de hospital
Fotos de años en los que los padres del chofer del/
camión de basura aún no se conocían
Los restantes 14 centímetros de la regla
Un bombín
Un títere con un ojo
Un autito carbonizado pintado con témpera
Y otro patín.
POSTAL BUCÓLICA
Han decapitado a una niñita pelirroja
Su cabeza yace en el barro
Y al amanecer
Todo su pelo se llena de abejas.
Días después
Su cabeza se llena de larvas
Y al anochecer ya casi nacen
Las mariposas que viajarán
A la tela de la araña silvestre.
Años después
El violador acude al lugar
Y sonríe
Mientras la luna hiena
Parece una niñita decapitada
MARIO VERDUGO (1970)
DE LOS INDÉDITOS DE ROQUE ESTEBAN SCARPA:
2
montes miraba a la izquierda y a la derecha,/
y se sentía asustado.
montecino miraba en derredor y experimentaba un/
pánico infantil.
montealegre miraba hacia el futuro y gemía como un/
marsupial sureño.
cada uno entregaba así su aporte
al desarrollo de un cine pulcro y químicamente puro.
3
méndez confundió la ecología con una dosis de muérdago.
zambra confundió la computación con un golpe/
de corriente.
bustos confundió su propio mensaje en clave/
con la robótica.
bustos atribuía sus logros a la influencia de huidobro. zambra atribuía su fortuna a las enseñanzas de parra. méndez atribuía su destreza a los consejos de neruda. los habitantes de bretaña están manipulando a los psiquiatras de vasconia para que estos les asignen diagnósticos prestigiosos
por eso es que la televisión quiere hacer casi todos sus reportajes sobre salud mental y precocidad artística en bretaña se da el caso de algunos estudiantes paletos y soñadores que pretenden mudarse a bretaña para gozar de ese prestigio
puede que vasconia sea conocida como la ciudad de los psiquiatras y que a bretaña se le conozca como la ciudad de los pacientes
están comenzando a identificarse con el primer personaje que resulta aplastado en las películas de dinosaurios en bretaña se están sintiendo representados por los gestos del único actor que nunca llega a ser abducido ni poseído se están encontrando cada vez más afines con el primer recluta que muere despedazado por los bombazos del cine bélico
están comenzando a detectar semejanzas entre su propia singladura y la del único personaje que no ve al fantasma
a los vecinos de california está por despertarlos una boca mórbida que en el sueño se posa precipitadamente en sus cuellos
a los habitantes de holanda está por despertarlos un rostro moruno que en el sueño se dirige directamente a sus entrepiernas
a los residentes de suiza está por despertarlos una mirada glauca que en el sueño se detiene sorpresivamente en sus nalgas
a los arrendatarios de bretaña está por despertarlos una piel azabache que en el sueño se enfrenta decididamente a sus cámaras
en el corazón de holanda están reevaluando a los pacientes que creen vivir dentro de un libro o de una obra pictórica
están a favor de un cambio de perspectiva sobre las personas que juran vivir en ciudades mucho más dinámicas que Holanda
el centro de holanda está comenzando a transformarse en un buen sitio para quienes creen vivir al interior de un aparato de radio
holanda entera podría estar convirtiéndose en la guarida de los que creen vivir con un chip dentro de sus cráneos
están saliendo de sus brotes de sonambulismo justo en el momento en que atenazan el codo de un anónimo transeúnte
por eso es que sus declaraciones acerca del deseo y la locura se parecen demasiado a sacudones hipnagógicos
los habitantes de suiza están saliendo de sus ataques de narcolepsia justo cuando besan a un desconocido en las orejas
por eso es que sus concepciones acerca del amor y de la muerte se parecen demasiado al jet lag y a los terrores nocturnos
AMÉRICO REYES VERA (1960)
DECÁLOGO DEL POETA
Escribe poesía como si no tuvieses nombre, tal
si las palabras fuesen un sueño
o un derroche, como si hubieses sido tú
el primer partisano que gritara,
al lanzarla: ¡Viva la flecha fértil!
Escribe poesía de lo que nunca verás
ni podrás definir ni llevar a cabo
en contra de la luz o a favor de ella, como
si fueses el ciego que ostentó su blasón
en la ciudad marcada por el fin de la leyenda
y el principio del miedo.
Para el sordo verdadero
que aprendió a escuchar de abajo hacia arriba
escribe poesía
como si no fueras tú el Oidor flagrante, aquel
al que hicieron sosegarse a palos.
Escribe poesía cuando te hablen y hablen
y el silencio, no obstante, persista,
pero también cuando no haya ningún silencio/
que encubrir
porque las palabras se habrán salido de madre.
Y porque el roce de las manos engaña y envilece
envejeciendo indistinta, prematuramente
al tocador y su tocado
escribe poesía como si no tuvieras manos.
Escribe poesía como si no tuvieras lengua, maldice
cantando los planes del mentiroso y del cobarde,/
y de rondón
pregúntate quién eres, de qué instrumento
no menos maldecible que tu lengua te has valido
para maldecir cantando los planes del mentiroso y
del cobarde,
y di que las palabras no nacen de la lengua
sino de un sopor voraz a la par que justiciero.
Y cuando el deseo satisfecho reinicie, cual Fénix,
su incesante maquinaria de insatisfacción,
escribe poesía como si no tuvieras cuerpo
o tu cuerpo fuera el cuerpo del delito o
el reproche donde el amor retoza y perece.
Y cuando el universo cambie de lugar
escribe como bailas, cánsate sonriendo y avergüénzate
de ser aceptado en un mundo que detestas;
y que el iluso saque sus conclusiones.
Escribe poesía como si no conocieras
el olor de la mandrágora ni la saturación de la muerte
y enséñale a tu lector, convéncelo, oblígalo a consentir
que los mil y un sentidos de los que has sido dotado
no te han servido en ningún tiempo para nada.
Y donde quiera que te halles
escribe poesía como única defensa. No sea
que se desate una guerra
y descubran que eres el enemigo.
ISABEL GÓMEZ (1959)
IDIOMA TRISTE
Debo entristecer ahora,
ahora que las palabras
tocan las sienes de mi sangre
y se eleva el idioma
de mi última alegría.
Debo continuarme,
escondida de eternidad y de silencios;
continuarme,
cuando las pulsaciones del tiempo
no encuentren dirección en el olvido
y el sol destruya
las polvorientas lluvias de mi sombra.
Debo oscurecerme, renunciar,
salir de adentro
con un desfile de tardes anunciando
mi recorrido pausado por el tiempo.
Debo decir algunas cosas,
aquello que el recuerdo
mantenía intruso en la inconsciencia
y de pronto cruza huracanes
y golpea ventanas y estrangula días,
mientras nos íbamos alejando
en el invisible holocausto de la noche.
ESQUINA DEL DOLOR
Pon tu cabeza sobre el mundo
miremos hacia abajo
ahora que el miedo es hermoso
y de buena gana
dejaría de contar estrellas en el vacío
Los números calzan plenamente con la historia
solo las calles asumen nuestras sombras
como un mero recuerdo
Por años fuimos invirtiendo la risa
hasta desaparecer
La culpa envejeció las palabras que
Somos inocentes
de tanta nostalgia golpeándonos el rostro
La esquina del dolor nos sobrevive
el ojo de cierra
No hay llanto que no sepa regresar
Aquí todos nos quedamos inconclusos
El tiempo salta el muro
y es lenta la neblina de los cuerpos
La escritura atraviesa otra vez
el hueco de la noche
La esquina del dolor
La esquina del hombre me sostiene
Fragmenta la memoria
se echa al final de mi rostro
y se abandona
como un animal de espaldas al mundo.
SILVIA RODRÍGUEZ (1964)
ÁRBOLES BAJO LA LLUVIA
Abandoné tribus, religiones amantes.
Robé en el bar de la esquina
sorbos de vino de una copa ajena
y entré en el rumor de la noche
que venía cayendo en suspiros de niebla.
Desde entonces el universo
gira demasiado lejos.
Desde entonces la vida me deja
un frío lento zurcido al cuello,
soledades que nunca
perderán su sabor a niebla,
a humo de cigarro,
a humedad poética.
Desde entonces tengo la costumbre
de ovillarme en los espejos,
de caminar sin mirar el suelo,
de contemplar como la vida
se va transformando en recuerdo.
Y ahora,
mientras retiro diciembre del calendario,
Pienso que
nunca busqué los árboles bajo la lluvia.
QUÉ PENA SILVIA. QUÉ PENA
A esta puta vida no hay como darle gusto.
Te quemas las pestañas escribiendo
Creas poemas, cuentos.
Postulas una novelita añeja
Que los jurados rechazan
y tú la vuelves a postular
año tras año.
No tienes técnica, ¡cavernícola!
No sabes que hoy todo es «técnica».
Que las obras emergentes.
Las vanguardistas o post vanguardistas:
Esas, las de moda,
se aprueban después del lobby
el codazo y la coima?
Deja esa postura de poeta
de gastarte la vida en cafés siúticos
y bares de mala muerte donde escribes
jurando que construyes una voz nueva
y todo, ¿para qué?
Dime por favor,
¿para qué?
Entiende,
Los poetas hoy también son empresa.
Así que deja de sacarle punta a la noche.
No te das cuenta que hoy todo es narrativa.
No sueñes que tu novela será un best seller
luego una película y de ahí a Hollywood
con DiCaprio, Bruce Willis y luego el Oscar
Despierta. Tu vivir en Chile país tercer mundo.
Tu vivir en provincia atrasada, costumbrista.
Tu todavía leer a Neruda y no entender a Mistral.
No es el pisco Mistral.
Es la Gabriela Mistral, enseñada y mal leída.
Entiende provinciana.
No perteneces a nada.
Si no estás en la capital no existes.
Si quiere sigue escribiendo,
pero te digo
el palo al gato, con cueva, se lo darás
después que te mueras.
FELIPE MONCADA MIJIC (1975)
TAMBOR DE FUEGO
Al Monje, en su partida
Vuelves a bajar
por el sendero hasta el Lircay,
nadas contra la corriente
y cierras los ojos
para borrar el tiempo.
Saludas al roble seco.
La retorcida parra de la vega
agita sus brotes al verte.
Un chercán
mueve su cabeza en un boldo.
Levantas nuevamente trumao
bajando al estero de Las Ánimas,
acaricias la piel de la trupa
erguida en la huella
y te vas;
te pierdes por días
en las pozas del Candado, comiendo truchas,
respirando la soledad de las piedras,
olfateando la ceniza.
Vuelves a subir la cuesta,
dirigiendo
con un bastón de coligüe
el canto de todas las aves;
saludas al almacenero,
al chofer del bus rural,
a las vecinas menudas
que siguen la pista de un gato.
Es necesario
prender la salamandra,
dejar al bosque
entrar en las habitaciones,
buscar entre la música
un barroco que sacuda su peluca;
buscar
entre los sacos del taller
una tierra volcánica
de Cauquenes,
de Corinto,
de Purapel
y echar a rodar la vieja chancadora,
mezclar el barro.
Pero te detienes,
te acuerdas
que ya no somos
de este mundo,
que dejaste enfriar
la cocina a leña,
y de tus manos
se desvanecen los cántaros
cuando acuñas
con semilla de quillay
una moneda de barro.
No te detengas.
Andrés reúne las astillas,
Anekke descorcha el vino,
Bernardo
hace recuerdos de la nieve,
tu gato
regresa a ronronear trayéndonos un conejo muerto.
Prendamos el horno
antes que todo se desvanezca;
resopla, viejo dragón chino
en medio de los avellanos,
lanza chispas,
aturde a los abejorros,
que en el tambor de fuego
ya se atisba el cristal.
Y que nadie diga una palabra,
somos, no somos,
¿y qué importa?
Estamos,
y ya no estamos.
ALEJANDRA MOYA DÍAZ (1991)
UNA CHICA MAULINA QUE PODRÍA SER LA PROTAGONISTA MÁS TRISTE DE UN CUENTO DE MARIANO LATORRE,
hoy mujer mayor,
de espalda corva y labios partidos,
la piel curtida en el ceño fruncido,
y su aflicción por terminar
lo que le queda por picar de chacra.
SABE QUE HA DESARROLLADO UN CÁNCER A LA PIEL,
rucia de campo, tostada por la sal de mar
y el sol quemante de los rulos de los valles
de la costa maulina,
le ha dado trabajo eso de la comezón,
y guarda en sus ungüentos,
secretos ancestrales para tratar diversos males.
SU HIJO, EL MÁS JOVEN DE LOS TRES
VARONES QUE PARIÓ EN SU VIDA,
se colgó en la higuera hace unos días,
árbol del cual aún pende la cuerda
que conserva la transmisión holográfica,
del último aliento de una vida arrancada de cuajo.
FOTOGRAFÍA DE UNA MADRE QUE
CON LA NOSTALGIA PUESTA EN
UNOS CHAMICOS SE PREGUNTA…
«Por qué las enfermedades de la cabeza
tienen que darle a gente sana y joven diosito santo,
que me tienes clavada aquí señor,
entre terrones y yuyos,
pedazos de mi alma, paire santo mío,
a mi niño devuélvemelo te pido»…
Y CLAVA EL AZADÓN EN LA HILERA,
como si la tierra le diera respuestas,
que el sol con su calor no puede,
ni sus lágrimas de sauce viejo,
hacen brotar menos.
NINGÚN SECRETO QUE CONOZCA
PUEDE DEVOLVERLE A SU CRÍO,
ningún terrón,
o gredal,
rearmar su corazón esparcido.
Y clava el azadón en la hilera,
murmurando entelequias y sollozos…
BERNARDO GONZÁLEZ KOPPMANN (1957)
RODENAK
Cuando la pelota cruza el cielo
y no es de nadie
la gente mira atenta
el fin del tiro
puede ir a las nubes
golpear el travesaño
besar la red
o clavarse en el corazón de Rodenak
El pueblo salta de alegría
si el Flaco se levanta
con el sol en las manos
Cuando la redonda anda cerca
sabemos que Arturito
será el ángel perfecto
que inventará la paz:
en su pecho
anida una paloma
Cuando saca
la de cuero se aleja
igual que un mal espíritu
entonces, el Arquero de Rangers
nos regala un domingo
para toda la vida.
FUNERAL EN CUREPTO
a Juan Rulfo
En este pueblo que surge de la niebla
cuando alguien muere se nota de tan lejos
porque si doblan las húmedas campanas
se duelen hasta las zanjas de los cerros
la hora nos sorprende en los estribos
todos vieron al finado a mediodía
endilgando hacia el puente o escarbando
en el huerto. En este pueblo perdido
entre los montes, apena ver morir a un tero
algo se lleva de nosotros, unos terrones
donde echamos semillas recogidas del viento
esa tarde tan larga que después de la lluvia
se hundió con su leyenda en el brasero
Yo le tengo guardada una bufanda y un
secreto. Pasan los pinos callados por el cielo
(No sé; me sobrecoge ver la muchedumbre
camino a la colina tras la urna, sin nada
que decir, tan resignados, creyendo que
así tenía que ser. Estaba viejo). A veces
en Curepto morir es, un poco, querernos
Luego, y antes que la fosa se amapole
y se esfumen los pasos sin los huesos
antes que los niños se disfracen de oruga
y mujeres de oscuro desmalecen el tiempo
antes, mucho antes que los muros aúllen
y la luna se duerma en los esteros secos
salen los muertos a la calle y brindan
por la lenta romería de los deudos
JONNATHAN OPAZO (1990)
EL BLANCO ES EL COLOR MÁS TERRIBLE
Fíjense en el oso polar blanco
y en el tiburón blanco de los trópicos,
¿qué es sino su uniforme blancura
llena de escamas la que los convierte
en seres horrorosos?
irradian luz los
delantales de las
enfermeras: sus
blancos guantes de
goma, el cándido
marfil de sus dientes
Esa lívida blancura la que importa
esa repugnante suavidad más odiosa que terrible
a la muda repelencia de su aspecto.
Así que ni el tigre de fieros colmillos
con su heráldico pelaje
puede hacer temblar tanto el coraje
como el oso o el tiburón amortajados de blanco.
pálidos se tornan los
cuerpos cansados, asustados
o aquellos cuya vida se
ha desvanecido hasta
dejarlos como trágicas
figuras de cera:
no puede dudarse que
una cualidad visible
del aspecto de los muertos
que más aterroriza al
espectador es la palidez
marmórea que allí
se detiene
en blanco fondo se
recortan las agujas
del reloj que en su
girar van quitándole
gajos a los frutos
verdes de la vida
y blanco también
el yeso de Cristo
blancas las paredes
de los hospitales.
DETRÁS DE LA NIEBLA
un faro que se apaga
un estruendo hermoso
de barcos que chocan:
los accidentes son bellos
en el marco del poema
imagínalo: un montón
de trasatlánticos cruceros
de lujo con todo su oropel
adornando el fondo marino
cubriéndose de algas
plancton y cantos de
ballenas
JOSÉ TOMÁS LABARTHE (1984)
ASUNTOS DE PAREJA
Conversar con tu pareja
Comunicarse, honestamente
No hablar del pronóstico del tiempo
ni de las cosas que hacen falta en la despensa
No compartir los problemas del trabajo
ni repasar en detalle lo que pasó durante el día
Obviar las continuas faltas de disciplina de los hijos
o el incordio con el gásfiter porque se filtra una/
cañería
El catálogo suma y continúa:
la incesante alza de los gastos comunes
la actitud pendeja del vecino
el remedio para la jaqueca
el jarabe para la tos
Preferible es leer los cuentos completos de/
John Cheever
o concentrarse en las notificaciones del WhatsApp
LA CASA
La casa se derrumbaba. No la viga maestra ni la viga de amarre. No las columnas o los dinteles. La casa. El padre dinamitó cada peldaño de la escalera. Luego hizo estallar los listones, puntales y durmientes. Empacó sus corbatas y se marchó. La puerta de entrada quedó colgando de una bisagra. Al borde del colapso, la madre reventó su pequeña colección de platos minerales contra las ventanas y desterró de los maceteros de la cocina las plantas de interior. Las hijas entraron en pánico frente al desplome. Por un año acamparon sobre sus camas en sacos de dormir. En ese lapso murió la gata de leucemia y el perro de distemper mientras la ropa en los cajones de los muebles se llenaba de aserrín. En las frazadas anidaron las pulgas y en las peinetas las liendres. Una peste. Nunca más los vecinos escucharon risas ni discusiones provenientes desde las habitaciones o el comedor. Por completo se disipó cualquier sonido de sobremesa en la ruinalidad de las paredes. La casa se derrumbaba. No la familia ni el matrimonio. No las libretas o los papeles. La casa.
HUGO CÉSAR VILLAR URRUTIA (1981)
EL BOXEADOR
se despierta 1, 2, 3
la mañana huele a vino tinto,
al toque de gong los gallos cantan,
con olor a humo y acidez.
Jhonny Boy
ataca en su caballo negro
bang bang
dispara sus puños de plata
bang bang
rebota el gong
en la garganta del gallo
«¡Jesús era un marica!»
decía el boxeador
1, 2, 3
knock out
un derechazo en la quijada
el bebop salta
se estremece
el ring está lleno de sangre
el humo se estremece
los cánticos de las mujeres
haciendo estremecer
el tic tac de las horas
«¡Klaus Kinski era un hombre bueno!»,
decía el boxeador
y se estremecía
con el gong
y el ring
y el tic tac
Klaus Kinski era un hombre bueno
y Cristo era un marica,
gritaba el boxeador
al toque de gong.
LOS ESPÍRITUS
Un anciano sostiene el cadáver de su esposa, mientras, miles de escenas de distancia los personajes no se reconocen. Un hermoso plano secuencia es mutilado por el editor, una película de terror envejece con mal de Alzheimer. Soy un set olvidado en la selva, piensa el extra y se emborracha con tinto, soy la planta de utilería que nunca ocuparon. El vestuario de la película permanece en silencio esperando que el tiempo no lo corrompa. El anciano arregla una cancha de tierra en la que nadie jugará, el sonidista llora en silencio para no arruinar el plano. Soy el diálogo que no se escuchará. Un grito de acción se pierde entre
los matorrales de un bosque sagrado.
MARIO MELÉNDEZ (1971)
LA PLAYA DE LOS POBRES
Los pobres veranean en un mar
que solo ellos conocen
Allí instalan sus carpas
hechas de mimbre y celofán
y luego bajan a la orilla
para ver la llegada de los botes
curtidos de adioses
En la playa
la miseria se broncea boca abajo
el hambre toma sol en una roca
los niños hacen mediaguas en la arena
y las muchachas se pasean
con sus bikinis pasados de moda
Ellas tienden sus toallas de papel
y se recuestan a mirar el reventar de las olas
que les recuerda la forma de un pan
o una cebolla
Mar adentro nadan los sueños
Y ellas ven al vendedor de helados
acariciando sus pechos
o a ellas mismas en un viaje hacia la espuma
del que regresan con vestidos nuevos
y una sonrisa en el alma
Los pobres veranean en un mar
que solo ellos conocen
Y cuando cae la tarde
y el horizonte se desviste frente a ellos
y las gaviotas se desclavan del aire
para volver a casa
y el crepúsculo es una olla común
llena de peces y colores
ellos encienden sus fogatas en la arena
y comienzan a cantar y a reír
y a respirar la breve historia de sus nombres
y beben vino y cerveza
y se emborrachan
abrazados a sus mejores recuerdos
Mar adentro nadan los sueños
Y ellos ven a sus hijos camino de la escuela
cargando libros y zapatos y juguetes
o a ellos mismos regresando del trabajo
con los bolsillos hinchados
y con un beso pintado en el alma
Y mientras ellos sueñan
el hambre apaga sus fogatas
y se echa a correr desnuda por la playa
con los huesos llenos de lágrimas
CARMEN MANTILLA (1978)
TE HICE CASO EN TODO, MADRE MÍA
No hablé nunca con extraños
ni golpeé puertas de hombres solos,
no sonreí más allá de la justa medida
de mis cuatro dientes superiores.
Me abrigué de mayo a julio,
agosto lo miré por la ventana,
en septiembre estrené falda,
pinté la casa
y la bandera flameó planchada.
Me comí toda la comida del plato
en memoria de las que no la tienen
(también de sus madres que por ello sufren).
Llevo veinte años con una dieta variada,
consumo mariscos y nueces en días alternados,
espero religiosamente dos horas antes de nadar
(aunque haya tragado solo polvo y saliva).
Y con la boca caliente
no le abro la puerta ni a Dios Padre.
La ropa la guardé en baúles
con bolsas pequeñas de poleo,
sé curar mis males con hierbas
(salvo uno en rebeldía: el corazón arreado).
Pero una sensación de casa sola,
de fracaso almidonado,
me fue clavando alfileres por las tardes…
Salí hace dos décadas de tu casa:
es el momento de dejar de hacerte caso en todo,/
madre mía.
ESPECTADORES
Abrir las piernas
como se abre un tarro de café
/instantáneo,
azucarar el sexo,
revolviéndolo lentamente,
escudriñar las ventanas del edificio
del otro lado de la calle,
imaginando que este cuerpo desnudo
desata la codicia de un vendedor de
/tumbas
que también desayuna mirando hacia
/afuera.
O mejor aún:
Mirar hacia adentro.
Poner entre las rodillas la cabeza,
torcer el cuello,
alargar la lengua como un reptil
y caminar en reversa
hacia el corazón que, pálido,
contabiliza las batallas perdidas.
ANDRÉS RODRÍGUEZ ARANÍS (1967)
FÚTBOL
El Jugador de fútbol
tiene diez años. Está
solo en la cancha
del barrio. Es decir
lo acompaña su
mundo, la pelota.
Corrijamos entonces.
No está solo, miles
de personas lo
acompañan en ese
sol redondo que
baila a sus pies.
Tiene muy claro que
no será un
borracho como su
padre ni una
triste como su madre.
No irá a la universidad
aunque sume
algunas buenas notas en
la escuela; se ganará
la vida en la cancha,
la vida que es bien
entretenida a veces.
Tiene amigos. Uno
ya hizo su primer robo, un
juego para playstation de
la fifa. Por eso hay
días que se juntan a
ver en la pantalla quién es
el más grande
entre los grandes.
Hay tiempo para todo,
incluso es bien fácil
salir por las calles a
pasear con perros y gatos,
tomar un poquito de
coca cola donde la
vecina buena onda y
pegar con neoprén esa
taza que se anduvo
quebrando la otra noche.
Mira el cielo que
también cuenta diez años.
Hincha los pulmones,
siente que las zapatillas
no importa que
duren lo que duren,
todas las horas del universo
premian a los buenos y
castigan a los malos. Y
él no es malo; es
el mejor
entonces no
interesa golpearse en
el barro del invierno o
en el polvo salado de febrero.
Detrás del silencio
la turba lo lleva en andas.
Él suspira.
Y es junio el día entero y
una gotita cae desa nube.
RODOLFO HLOUSEK (1977)
¡OH SOL, MI ADOLESCENTE DESENFRENO!
Francisco
Si escribo es para abrazarte.
Ahora
Tu bien conoces los extremos
¡que acabe el mundo
es necesario! como el alcohol,
la droga y el chirrío de los ángeles
un vodka a las 5:20, ¿siempre me agradecerás
que te haya acompañado desde Brasil hasta/
Argentina
en plena Libertad?
Pancho
Fuiste una estrella fugaz
A quien nadie pidió un deseo.
Ahora
Entre su multitud y su merecido exorcismo
Si no agarramos la guadaña
La guadaña dará contra nosotros,
Empero,
Nos empeñamos
Con seguridad y por certezas
A este enfermo modo
de seguir viviendo contra nuestra voluntad
¡Idiotas!
Los días y su sagrado excremento.
Pancho
Si escribo es para nombrarte
Que acabe el mundo, es necesario
Como un cigarro en la carreta
Como el Elogio a la Locura y el álbum Blanco
Como la vagabunda sed de cada día, amén.
Solo tú sabes lo que costó vivir
En este arrogante y aburrido
Pueblo de mierda.
Ahora
Esta ciudad crece a tu espalda.
¡Amigo,
Tengo ganas de callejear
Pero verdaderamente
todas las llamadas son de encierro!
Pancho, ¿qué se hizo de ti,
Ofrenda, macheteo, playa, líos, fuego, Destierro?
¡Oh adolescente desenfreno!
Y se suponía
Que venceríamos desde la pobreza Rítmica y ritual»
ROWSON YEBER (NO INFORMA)
PAISAJE CON BESO (FRAGMENTO)
Actualmente
Coinciden las horas viejas
El comercio empujando su balance la
Terapia chica pariendo fajos a montones
Actualmente
Hay estiércol a descifrar
Y las alcantarillas entonces abren su boca
De tubería desnuda
De estómago si se cumple con error el hambre
Porque
Yo no distingo a mujeres y hombres solos
Sino al colectivo sobre todo en Bancos y
en las Tiendas que venden sicología para/
andar felices
circunvalación distingo rocas sollozando/
formalmente.
POEMA BREVIARIO (FRAGMENTO)
Anda la familia humana
Complacida en risas menores.
Los días están imposibles
Quiero darle un papel alegre a esa
Federación respirante
¡Ni puedo!
Los días duran meses de años
Desde hace tiempo algunas
Parecen haber perdido su costumbre
Hay aviones complicados de salud hacia
Los horizontes sin algarabía
Atraviesan el litoral del mundo a regañadientes
Casi no queda aire disponible
Estuve creyendo así mezclado contemporáneo
Inmóvil
Junto al océano cuya rutina es tirarse olas…
YENY DÍAZ WENTÉN (1983)
I LESOS RESTOS
Qué bestia ha roto la constelación justa de/
las montañas
y tiró tu carne a las ciudades
qué bestia atacó la atadura de los pájaros, animas,/
y ríos y tierra
quien cortó la estela de tu órgano más delgado
y voló tus cristalinos de un golpe sangroso
Qué gitano por el mundo te arrojó
y te escupió tan lejos como pudo
desterrando tu corazón de plumas
siendo la flor del aire el castigo de la pureza
cerros paridos por niños
y andar haciendo pactos con los cóndores
nos trajo purita sangre
Qué bestia devoró el pacto de las lenguas intactas
y quebró el agua de los esqueletos solos…
hueso quebrado de la montaña, pájaro sin vuelo
qué rumor de púas estranguló tu paso caluroso
y marcó tus ojos tan morenos de vergüenza?
qué Cristo qué virgen te arrancó el espíritu
de las aguas y piedras y pumas de la sangre hirviente?
¿Qué Cristo qué virgen te arrancó el espíritu?
LA CHAYCANA
Hay una espesura en la distancia de la distancia/
del cielo
y mi reina en su hoja más pálida esqueleto
baja sus ojos largos a mí su habitante resignado
y mi reina chaycán señora monte
trae sus aires dentro de mis vísceras
y la distancia de la distancia se abren al cielo
mis párpados para recibirla ligero
¡Ay! hoja mi chaycana vuela
hoja mi chaycán
abrazo el cielo para ella y la amamanto
de oro como manda mi señora
y la enjuago de piedras colorientas
y de vientos que no se ven por estos desiertos
mi espesura y mi reina
con su vuelo amargo su vuelo
hoja mi chaycana sube
hoja mi chaycana va
hoja mi chaycana monte
hoja mi chaycana vuelva.
RAFAEL RUBIO (1975)
EL ARTE DE LA ELEGÍA (Fragmento)
Todo consiste en llegar al justo término
y después, dar a luz la voz: dejar
que se complete la muerte. Nadie va
a lamentar una metáfora imprecisa
ni un epíteto infeliz, cuando la muerte
está viva en el poema.
Todo estriba
en simular que nos duele la muerte.
Solo eso: hacer creer que nos aterra
morir o ver la muerte. Imprescindible
elegir una víctima que haga
las veces de un destinatario: el padre
o el abuelo o el que fuere, con tal
que su muerte haya sido lo bastante
ejemplarizadora como para
justificar una ira sin nombre. Impostarás
la voz hasta que se confunda con
el ciego bramido de una bestia. Así
infundirás piedad en tu lector.
Recomendable el terceto pareado si se quiere
seguir la tradición del abandono, leerás
la elegía de Hernández a Ramón Sijé
o la que en don Francisco de Quevedo, maestro
en el arte de la infamia versificada
inmortalizara a fulano de tal.
Debe ser
virtuoso el uso del encabalgamiento:
echar mano a aliteraciones de grueso calibre
para reproducir la onomatopeya del desamparo
que la elegía debe —aunque no pueda— sugerir.
El uso de la rima debe ser implacable:
el primero con el tercero, consonante
con perfecta —aunque engañosa— simetría.
(El segundo con el primero del terceto
siguiente, encadenados, como están
ayuntados los bueyes de la angustia
en los vastos potreros del poema)
Importa sobre todo, la verosimilitud de
tu desgarro y no el desgarro mismo:
el dolor puede ser de utilidad
siempre y cuando no atente contra la
rigurosidad del edificio
el templo del poema debe estar
sostenido por los números. Solo eso
será garantía de profundidad
si se quiere atraer la compasión
de un lector habituado al verso libre.
No importa la belleza. La verdad
será requisito indispensable
a la hora de urdir una elegía
que merezca el prestigio de la muerte
o la inclusión gozosa y dolorosa
en el canon de la nueva poesía española.
Deberás entender a fin de cuentas
que el poema no es más que un ejercicio:
no va a hacer que se levanten los muertos
ni hará que tu padre retorne
del oscuro país de los dormidos
porque ya no habrá país del que volver
ni esperanza tampoco, ni poema.
CARLA ESCOBAR (1985)
LA MUJER DE LAS TETAS TRISTES
Un día de estos voy a quitarme el sostén
y saldré caminando con los pezones a vista de/
cualquier peatón,
me verán pasar y seré recordada como la mujer/
de las tetas tristes.
Un día de estos voy a dejar de hacerme la difícil
y saldré caminando con mis ganas a vista de/
cualquier peatón
me verán pasar y seré recordada como la mujer/
mil veces preñada,
daré a luz crías malditas
beberán de mi furia
y seré madre soltera
de versos huachos
con un hogar disfuncional.
No pondré normas
en casa no habrá límites,
la comunicación comunicará lo incomunicable
será un hogar vulnerable
viviremos en zonas periféricas
postularemos a subsidios
mas nunca llegará ayuda del gobierno
sobreviviremos
hijos míos
sobreviviremos.
ALTO BÍO-BÍO
Le inundaron el alma a los cementerios/
de la alta montaña
se retuercen flotando en aguas de manos extranjeras
las burbujas reflejan la mirada oscura de un/
pueblo intervenido.
De las araucarias «solo el recuerdo».
El trompe. Eterniza. El gemido. De un cielo./
Azulado. Donde un kultrún.
Reclama. Ser.
La. Copia. Infeliz. Del. Edén. El trompe. Eterniza…