El Mito — 13 enero, 2015 at 9:21 pm

Lili Marlen: Siempre contigo

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lilimarleen2listaObjeto de veneración de aliados y alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, odiada por Goebbels quien veía en ella “una tonadilla con olor a muerte” y la canción favorita de Pinochet: Lili Marleen; el mítico tema que comparte el trono junto a Imagine y La Internacional como la canción más importante del Siglo XX, sigue siendo hoy, a casi 100 años de su nacimiento, amada tanto por víctimas como por verdugos.

Esta canción nos sobrevivirá a todos”, predijo Hitler. Y no se equivocaba.

Si hubiera que explicarle a un extraterrestre qué canción definió al siglo más cruel que haya conocido la humanidad, sin duda llevaría el nombre de la melodía compuesta por el alemán Norman Schultze. Cantada y admirada por ambos bandos durante la Segunda Guerra Mundial, Lili Marleen es actualmente muchas cosas a la vez: una canción amada y odiada, un curioso restaurante ubicado en la comuna de Providencia, en Santiago de Chile y la canción con la cual se recuerda a Marlene Dietrich como diva inmortal.

La Historia
Corría el año 1915 cuando un joven soldado alemán de nombre Hans Leip que esperaba partir al frente de los Cárpatos compuso un nostálgico poemita en homenaje a las dos niñas que lo traían loco: Lili y Marleen.
Una era la sexual y tosca Lili (Betty), hija de verduleros, y la otra la moderna enfermera Marleen. Fruto de las lúbricas ensoñaciones de Leip, el poema condensaba en unos cuantos versos (que nunca gustaron del todo al autor) la historia de un centinela que deambula por el cuartel mientras evoca bajo las luces de un farol el lugar donde solía encontrarse con su amada.

Eres tú, Lili Marleen

Cuando llega un parte
y debo marchar
sin saber querida
si podré regresar…
y sé que me esperas fiel,
bajo el farol, frente al cuartel…
Lili, mi luz de fe
Eres tú, Lili Marleen

“La letra y la melodía tienen que ver con el combatiente que está pendiente de su amor. De la chiquilla que dejó atrás o del amor que se imagina… es como los posters de minas que los aviadores colocaban en los aviones”, relata José Díaz, mejor conocido como el poeta chileno Bruno Vidal.

El poema luego se transformaría en canción en 1938 con la melodía del músico nazi Norbert Schultze e interpretada por la cantante alemana Lale Andersen. Pero no sería un éxito inmediato. De hecho, Andersen se mostraría renuente a interpretar la canción puesto que ya contaba con un tema parecido en su repertorio (también de autoría de Leip) y, sin mayor entusiasmo, terminaría por grabarla. El disco fue lanzado al año después y pasó sin pena ni gloria: apenas se vendieron 700 copias. Sin embargo, y como cuenta el novelista y premio Nobel John Steinbeck en su libro Una vez hubo una Guerra: “Una noche la estación emisora alemana de Belgrado se halló, a causa de los destrozos ocasionados por un bombardeo, escasa de discos para su emisión para las fuerzas de Rommel en África. Entre los no dañados, estaba el grabado por Lale Andersen…A la mañana siguiente, todos los soldados de las fuerzas de Rommel tarareaban Lili Marleen . E incluso pidieron a la emisora que lo pusiera de nuevo en las ondas”.

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A partir de ese momento el éxito fue imparable y como dice Vidal: “La canción caló hondo en los soldados de todos los frentes”. Pese a ser aborrecida por el Dr. Goebbels quien veía en ella un efecto pernicioso para la moral del ejército alemán, Lili Marleen tuvo una entusiasta acogida en las altas esferas del Tercer Reich por lo que Andersen debió someterse a una inagotable gira de presentaciones interpretando la canción del joven centinela. Varias décadas después, el cineasta alemán Rainer W. Fassbinder filmaría la película Lili Marleen donde recrea el infierno que tuvo que pasar la cantante en manos de la propaganda nazi.
En el frente de combate, no obstante, el tema comenzó a ser escuchado por el bando aliado. Ya sea porque los prisioneros de guerra aliados escuchaban la melodía durante su cautiverio o porque la BBC comenzó a programarla. Lili sobrepasó cualquier barrera ideológica y se transformó en “la canción” de la Segunda Guerra Mundial.
Al final de la guerra el General Norteamericano Eisenhower solicitó conocer a Schultze: “el único alemán que alegró al mundo entero durante la guerra”.

Ángel Perverso
Tras interpretar El Ángel Azul bajo las órdenes de Joseph Von Sternberg, sería Marlen Dietrich la que finalmente daría la fama mundial a Lili Marleen. De la versión marcial interpretada por Andersen poco quedó cuando la Dietrich le añadió el toque moderno de una chanson cantada en inglés. Al sustituir el pulso militar de la trompeta por el acordeón, Lili se hizo inmortal…
“Sin duda, quien crea el fetichismo sexual en torno a Lili Marleen, es Marlene Dietrich”, reflexiona el escritor y guionista chileno afincado en Nueva York, Jorge Marchant Lazcano. Vestida de frac masculino la Dietrich le añade el elemento perverso y ambiguo a una canción de amor en principio heterosexual.

“De allí luego toda la iconografía gay que Liza Minelli fortalecería muchas décadas después, con Cabaret emulando a su vez a Marlene y a su propia madre –Judy Garland-, en plenos años 70 cuando el movimiento homosexual adquiere fuerza en los países civilizados”.
Ya Lili Marleen es una canción con vida propia. “Yo creo que es fundamentalmente sentimental; para la gallada que está enfrascada en una lucha a muerte es la forma que tienen de aferrarse de alguna parte. Son muchos los sentimientos que se condensan: la melancolía, la tristeza, el dolor, las ganas culear…todos los que estaban inmersos en la guerra escuchaban una voz de mando y esa voz era femenina”, afirma el poeta.

El fetiche de Pinochet
“Yo creo que aquí en Chile la canción tuvo una connotación política”, asegura el historiador y profesor de la Universidad Diego Portales, Hernán Venegas. “A partir de fines del siglo 19 los soldados chilenos comienzan a adoptar en su estructura algunas de las conductas más conservadores del ejército alemán como el uniforme y la disciplina militar pero, más importante, aparece el tema del protocolo y se incorporan las marchas musicales alemanas a los desfiles del Ejército…después, y ya en el período de la dictadura militar, aparece la figura de Pinochet que tiene como tema preferido a Lili Marleen. A partir de entonces, la canción tiene una lectura mucho más política porque se la termina identificando con Pinochet.”
Heriberto Hook, propietario del clásico restaurante alemán Bierstube tiene una posición distinta. De familia alemana sostiene que si algo distingue a Lili Marleen es su transversalidad. Juzga un error asociar la canción con el nazismo puesto que ha sido cantado por ambos bandos y constituye, antes que todo, una melodía popular.
“Mi padre me contaba que mi abuela se la cantaba en alemán como canción de cuna cuando era niño y con letra para guagua”.
Bruno Vidal está con Hook: “Lili Marleen es transversal y antisectaria. Es de esas canciones que te marcan sin importar el credo político al cuál tu adhieras”.
Venegas disiente y guarda una anécdota. “En el documental de Marcela Said, I Love Pinochet , aparece una secuencia en que una mujer está cantando Lili Marleen con la misma melodía pero cambiando la letra a favor del general detenido en Londres. En esos momentos va pasando un ciudadano alemán que la comienza a increpar diciéndole: ¡Señora, usted está cantando una canción fascista!.. Entonces ahí te das cuenta que existe una asociación política muy potente entre el autoritarismo y la canción”.
Lili Marleen es también una de las canciones marciales más populares al interior del Ejército Chileno. Para el General de Brigada Sergio Béjares la canción es todavía escuchada “porque tiene una bonita melodía de tipo sentimental; se canta en nuestros cuarteles hace más de cuarenta años y a lo largo de todo Chile. Nos gusta por su marcialidad, porque nos recuerda gestas heroicas, porque nos entusiasma y nos hace subir el ánimo”.
Una opinión muy distinta tiene un ex preso político que recuerda: “haber tenido que cantar una horrenda y siuticona versión de la marina chilena mientras estuve en Dawson.”

“Más que la letra lo que queda es la música”, asegura Hook. “La letra ha ido cambiando según la época y el contexto, pero la melodía es eterna…en Alemania hay bandas de jazz que la interpretan hoy en día”
No todos comparten su juicio. Para la conductora radial de Radio Universidad de Chile, Lala Salamanca, la canción formalmente es más bien “simplona”. “No la considero una tremenda canción, aunque es innegable que fue un tema emblemático de la época”.
Existen unas 40 letras distintas en 27 idiomas para Lili Marleen y en los años 50, 60 y 70 se hicieron versiones de todos los tipos, no obstante, las más populares siguen siendo las de Andersen y Dietrich. “Yo tengo un disco con varias versiones pero la mejor sin duda es la de Marlen Dietrich”, dice Salamanca. Como dato para los fanáticos, el sello discográfico Bear Family Records tiene a la venta una caja con siete CD´s (157 euros) titulada “Lili Marleen en todos los frentes”.
Bruno Vidal es fanático de la original. “Esto no nos remite a quién y cómo se interpretan algunas canciones. Por ejemplo, Gracias a la Vida solo puede ser interpretada por Violeta Parra, los mismo sucede con El día en que me quieras de Gardel y Lili Marleen de Lale Andersen; sino la cantan ellos estamos cagados”.

La Puta Madre
En cualquier caso, la canción sigue siendo un referente cultural importantísimo y eso lo prueba el libro de Rosa Sala Rose, publicado en el 2008, y fruto de una investigación de 11 años. Este ensayo es una autentica biografía musical de más de doscientas páginas que trata de iluminar los misterios de una canción que marcó a fuego el siglo pasado. Sin embargo ¿puede ser comprendida por el público sobre estimulado del siglo XXI?
“Yo creo que es impensable pensar en una Lili Marlene en la actualidad”, dice Vidal. Aunque reconoce: “La canción aún mantiene las ansias de vivir en tiempos donde nos estamos muriendo todos los días”. Venegas complementa: “No creo que los militares de guerra en la actualidad la escuchen. Lo más probable es que cada uno esté con su mp3”.
¿Quién es Lili Marleen?, cabe preguntarse. Bruno Vidal la tiene clara: “Lili Marleen no es una dueña de casa, ni una chiquilla virginal. Es una mujer fácil pero que queda redimida por la guerra. Por la guerra santa, por la guerra sucia. Por eso podemos decir que es una mujer promiscua, venérea, pública. Es madre. Es la puta madre”.
Hook corrobora esta idea de Lili Marleen como pulsión, como la proyección de la mujer amada por los soldados: “Los infantes de marina en Talcahuano cantaban Lili Marleen con la siguiente letra:

Yo me voy mañana,
No sé si volveré,
Escucha Vieja María, que ya te…

La vieja maría era la dueña de un prostíbulo de la ciudad y la canción seguía así:

Adiós Vieja María
Adiós Encarnación,
Me voy de Talcahuano,
Me llevo Tú Calzón…

La Joya del Pacífico, Adiós al Séptimo de Línea y Cariño Malo; todas Lili´s Marleen´s chilensis según nuestros entrevistados…Lo mismo sucede con las posibles encarnaciones físicas: Malú Gatica, Rosita Serrano… Cecilia; todos nombres para invocar a la inefable Lili Marleen: la canción alemana más famosa de la historia y “la única contribución de los nazis al mundo”, en palabras de John Steinbeck

marlene dietrich 1932 - shangai express - by don englishPor Daniel Rozas R

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