- inéditos de pedro nolasco cruz[i]1
Como decía huidobro la vida se parece a un pasamontañas.
Como decía parra la vida se parece a un pasamontañas.
Como decía neruda la vida se parece a un pasamontañas.
La vida se parece a un pasamontañas, a decir de mistral.
2
Según díaz-casanueva, el hombre nace,
crece, se desarrolla, se vuelve fascista
y muere.
Según gómez-correa,
el hombre se descompone y regresa de la tumba,
para predicar la inexorabilidad del fascismo.
4
joaquín cifuentes afirmó haber sufrido como un mono.
augusto santelices dijo haber sufrido como una rana.
armando ulloa aseguró haber sufrido como un ratón.
Todo esto lo reconoció más tarde roberto bolaño
al escribir que los poetas menores sufren como animales de laboratorio.
7
juvencio valle escribió un libro titulado cáncer terminal.
A partir de la experiencia de juvencio valle,
jorge teillier escribió un libro llamado cáncer terminal.
Cierta noche francisco véjar decidió volver al silencio
publicando una antología chilena del cáncer terminal.
pablo de rokha cargó con las secuelas
por los tres libros que en la literatura de aquel siglo
se llamaron cáncer terminal.
Absolutamente moderno[ii]
Cuando fui a ver Face/Off al cine
y luego conseguí desarrollar esa tecnología
para intercambiar rostros con mi amigo Juan,
poniéndome por primera vez en su pellejo,
pude comprobar lo mucho que él sufría,
cómo le agobiaban las altas temperaturas,
cómo el sol quemaba sus mejillas por dentro,
cómo la luz le arrancaba los ojos.
Cuando sobreponiéndome al sueño y la pena,
pude ver en una misma noche,
la versión original de La Mosca
y el refrito de Cronenberg,
mi mente se agilizó hasta un punto extraordinario,
y fue como si de pronto se me hicieran ostensibles
la paradoja de Zenón,
el teorema de Gödel,
la diferencia derridiana.
Cuando me colé a la avant-première
de X-Men 2, y movido por su trama,
logré imitar las técnicas metamorfas
del personaje Mystique,
pude cumplir el viejo sueño
de pasear por las calles
con el aspecto de mi amiga Susana,
de manera que experimenté en carne propia
la alegría de ser contemplado
con gusto y beneplácito,
con admiración e impaciencia,
con envidia y solemnidad.
[i] “Apología de la droga”, Libros del Pez Espiral, 2014.
[ii] “Miss poesías”, Alquimia, 2014
Mario Verdugo (Talca, 1975) es doctor en literatura y periodista. Ha publicado La novela terrígena (Pequeño Dios Editores, 2011), Apología de la droga (Ed. Fuga, 2012; Libros del Pez Espiral, 2014), Canciones gringas (Ed. Inubicalistas, 2013) y Miss poesías (Alquimia, 2014). Ha sido becario del Consejo del Libro y la Lectura y de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología. Actualmente trabaja como profesor de literatura y territorio en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca, integra el colectivo literario Pueblos Abandonados y colabora con el semanario de The Clinic, donde mantiene desde algunos años la columna Biblioteca Regional.