Poemas — 24 diciembre, 2014 at 1:16 pm

POEMAS III

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Por Juan Pozo

Entonces justo antes de tiempo, cuando el boxeador estaba listo, listo y tre­mendamente dispuesto, tremendamente dispuesto y absuelto, entonces se empezó a acabar el murmullo, entonces estaba boxeando sólo y quería y ne­cesitaba otro, otro a quien amar y por ende maltratar con todos sus guantes, con sus guantes y sus vendas, con sus vendas cortadas por las tijeras de plata, por la tijeras de plata que eran parte de su propia plata, de una plata sacada de un banco que se llamaba barco y que estaba adentro de la cárcel, la cár­cel donde no pudo estar ni tampoco boxear, la cárcel donde habían alimen­tado el último de sus sueños, que ya no era un sueño, sino un insomnio

 

 

Los sapos están siempre esperando tranquilos, ellos no tienen nadie quien los apure, más bien los que se apuran son los otros, que rápidamente se trans­forman en ellos. Los ojos grandes son unidimensionales, capaces absortos de resumir todo acontecimiento, matemática pura, traducida a en una revolca­da digestión.

A su lado está la selva incapaz de darse cuenta, incapaz de llevar la cuenta, la que va diciendo que para volver a sumar hay que rearmar un nuevo mer­cado, uno con sede en Corea o preferiblemente en Tokio,

Los sapos han existido antes que antes, o sea siempre, incluso se han hecho enterrar con ajuares divinos. Los sapos creen que la belleza es el sudor que ex­pulsa su frente, su infinita frente, que melódicamente les permite apagar todo tipo de ruido, silenciar todo tipo de sonido, aguantar todo tipo de estupidez que pasea por las voces colindantes.

Los sapos viven en el pantano y ahí cranean la música

Su propia música

Que está llevada al papel

Que está haciéndose tomar nota

Siendo visualmente espiada para fraccionar al sujeto

Para trans-gredir las conciencias

Para lograr un único regocijo que suele vislumbrar un resultado

El que explota en toda la musicalidad de su tremendo flato

Tenis que matar el ego

Si conchatumadre tenís que matar el ego y tenís que dejar de decir tenís,

Tenís que hacer un millón de hueas más

Sacarte de encima todo el container de tierra

Todo el container de tierra y todo el banco mundial de hielo que anday aca­rreando.

A la mierda The Wall, a la mierda The Fall

No me vengai con la huea de que uno es de donde es y así nomás es la cues­tión

No me vengai ni con el cono sur, ni con la corriente de Humbolt

Ni con la santísima Parra ni con las bodegas Mistral

Ni con el pisco peruano, ni con la virgen boliviana

No me vengai más con esas weas.

La teta está IN, en Pakistan sólo se habla de política, el sarampión de Edipo Freud quiere ser la mamadera del mundo, en 1966 Inglaterra ganó el mundial de futbol hecho en Inglaterra con un gol que no fue gol y Brasil ganó el de Korea-Japón 2002.

Todavía no puedo pintar un mapa en mi futura pieza, en Dubai se venden Islas artificiales, he buscado y escuchado la música en los nuevos medios digitales y acabo de encontrar esto

www.myspace.com/redoles y me sitúo sin patria, cerca de la chica poco comunicativa

 

Celebrar qué?, la llegada de quién?

Hoy toca Bob Dylan en Santiago, hoy mismo fui al estadio de la Cisterna con la casaquilla de palestino. Me senté, escribí algo en el idioma anglo y me fui

Ahh es que la instalación?

Ah es que la intervención?

Ahh es que el arte?

Es lamentable lo que pasa, pero pasa y justo el paquetito de fuget caminaba hoy por Providencia

Los eunucos de michelle son tal como tú los describiste

Esto necesita mucho más

Y si no te Bay adonde?

A ver a quien?

A estar en privacidad o en conexión?

Tanta pregunta para nada, tanta respuesta para lo mismo, tanto lo mismo para seguir haciendo lo que tengo que hacer, lo que realmente vine a hacer a esta tierra

 

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